Mala señal que Félix Salgado se haya bajado del carro de Marcelo Ebrard y de Monreal y ahora busque darle “el beso del diablo” a Claudia Sheinbaum mostrándole su apoyo para quedar bien con su compadre el Presidente. Algo más debe hacer la jefa de Gobierno y sacudirse ese tipo de manifestaciones que no le suman, sino que le restan. Y si no me creen, veamos qué pasó en la reciente gira por Guerrero.
Evelyn Salgado Pineda, en la reciente gira del presidente Andrés Manuel López Obrador, mostró por ordenes del equipo de AMLO distancia de su padre, quien evita desde el pasado mes de febrero, operar políticamente en cualquiera de los múltiples conflictos de la entidad y sólo se pasea por diversos municipios donde los alcaldes, al viejo estilo de lambisconería al poder político, le hacen fiestas en las que canta, se emborracha y convive con sus seguidores, “y en especial, con sus seguidoras”, en noches donde abundan los favores sexuales para el senador con licencia nos cuentan.
Más aún, nos informan que a Félix la guardia presidencial lo mantuvo detrás de las vallas en su evento de Acapulco y sólo le permitió una selfie de dos segundos. Por cierto, de lo poco que se comentó es que en esta gira de Andrés Manuel López Obrador por Guerrero, se registraron al menos, 11 asesinatos, dos de ellos contra menores de edad, en distintas partes del estado; además, una balacera protagonizada por los “Ardillos” y los “Tlacos” en Chilpancingo y el bloqueo con el incendio de un camión en la carretera Federal Chilpancingo-Acapulco, a la altura del poblado de Mazatlán.
Mientras, en Guerrero, Félix y su hija Evelyn, siguen perdidos en su co-gubernatura, las células del crimen organizado avanzan para apoderarse de las extorsiones a negocios y poblaciones y siembran el terror con balaceras, asesinatos y quemazones a vehículos y negocios en Acapulco Diamante, Marquelia, Chilpancingo, Tixtla, Tepecoacuilco, Taxco e Iguala, entre otros municipios.
Mal le va a ir a Guerrero con la Cuarta Transformación al estilo Félix.
Al tiempo.