A cuatro días de que el fiscal Xavier Olea Peláez reveló que el gobernador Héctor Astudillo Flores ordenó ejecutar a un líder delincuencial y anunció un megaoperativo en la región de la Tierra Caliente para liberar a personas secuestradas, las víctimas siguen desaparecidas y la delincuencia opera con impunidad.
Por El Marqués de Marqués.
Que el Estado de Guerrero es un desastre a estas alturas ya no es ningún misterio, como tampoco lo es que sus gobernantes en su mayoría son muy incompetentes.
La máxima prueba de la actual descomposición del gobierno del estado, la han protagonizado el Gobernador Héctor Astudillo Flores y el Fiscal Olea, una pareja al estilo Manolín y Chilinsky en sus formas, pero que en el fondo tiene al estado de rodillas por sus desaciertos.
La novela empezó cuando Manolín Astudillo negó que se le haya instruido al Fiscal de Guerrero el «Chilinsky Oleá» que asesinara al famoso y escurridizo narco de moda ‘El Tequilero’.
Dicen que cuando el río suena es porque agua lleva y nuestro Manolín Astudillo se ha visto obligado a desmentirlo públicamente.
Sobre si se dio la instrucción de asesinar al ‘Tequilero’, el gobernador insistió en que no se giró ninguna orden para el Fiscal ya que además él no es uno de sus empleados. Indicó que las declaraciones que hiciera el fiscal sobre el ‘Tequilero’ se interpretaron de diversas formas.
“Lo que el fiscal dijo y que ya lo dijo en otras palabras es que hay que detenerlo, hay que procesarlo y por supuesto hay que bajarlo de la Sierra,”.
Nuevo resbalón de Manolín Astudillo y del Fiscal Chilinsky por seguir pensando siempre con el estomago.
Cero y van mil.