Mientras se construía una carrera en el reggaeton y antes de reventar la escena urbana con la canción «Gatita», Katherinne Huerta, mejor conocida como la Bellakath, se encontró en su camino con algunas amistades peligrosas que la ayudaron a construir su nueva imagen, convirtiéndola en una de las máximas exponentes de la narcocultura y de la delincuencia organizada en la Ciudad de México.

Tiempo de México.

La polémica artista se encuentra desde hace unos días en el centro del huracán, no solo por su música, sino por sus presuntas relaciones con miembros de organizaciones delincuenciales, que supuestamente han financiado su carrera musical y sus cirugías estéticas.

Ese “fuerte” apoyo para la influencer se ha visto reflejado en su repentina fama, ya que su más reciente single cuenta actualmente con más de 20 millones de reproducciones en la plataforma de Spotify y tiene en promedio más de 5 millones de oyentes mensuales con el resto de las canciones que tiene publicadas en la plataforma.

Pero la realidad es dura, siempre desnuda a todos aquellos que no tienen talento y tan solo son una imagen prefabricada como la joven de tan sólo 24 años de edad que no destaca ni por su voz, ni por sus dotes como bailarina, sino por algunas de sus excentricidades, como pasearse por la ciudad en coches lujosos o visitar tiendas de lujo rodeada de un equipo de seguridad, algo inusual si tomamos en cuenta su reciente fama.

Sin padrino / con padrino.

Bellakath que ya cuenta con 2.3 millones de followers en TikTok y 730 mil en Instagram, reveló recientemente a los medios de comunicación que su familia estaba en contra de lo que estaba haciendo por la apología que hace al narco en sus canciones como “Lluvia de Micheladas”, “R9 Aleteo”, “La Abogada”, “Cumbiatronik”, “Fabulosa de Paris” y “Bws”, pero al final es lo que le ha dado fama y se siente satisfecha con ello, a pesar del rechazo que obtenido de algunos sectores de la sociedad.

Su hermana a quien se le conoce como DJ Foxy, también está iniciando dentro de la industria musical, pero han intentado dividir los proyectos para que ambas sean consideradas de manera individual ante los medios.

Lo que es una realidad es que las hermanas Huerta se convirtieron en parte del catálogo que ha forjado La Unión Tepito en la Ciudad de México, un grupo delincuencial que ha permitido que sus miembros accedan a un mundo de lujos al estilo de famosos narcos y cárteles transnacionales mexicanos: con vacaciones en Europa, ropa de marca, animales exóticos, autos de lujo y residencias privadas en distintos puntos de la ciudad. Tal como otros capos, las referencias anteriores son ejemplos de que sus vínculos también se extienden al ámbito del espectáculo.

Otro aspecto que llama la atención es que la cantante pasó por “Enamorándonos” de TV Azteca, un programa que en el que al menos seis de sus integrantes, entre ellos Manelyk de Acapulco Shore, se han visto involucrados con el grupo delictivo de la Unión Tepito, de hecho dos de estos personajes del espectáculo terminaron asesinados y otro fue arrestado recientemente, mientras que el resto sigue su vida de fama como actualmente lo hace la Bellakath.