A diferencia de la marcha ciudadana que se realizó el 13 de noviembre en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) en diversos estados del país, la del próximo domingo, estará llena de acarreados y personas que no saben a lo que van y que sólo acudirán por un frutsi y una torta.

Nadie puede negar que la convocatoria de Andrés Manuel es al viejo estilo priísta y que es una franca provocación por parte del Gobierno Federal, pues desde que inició su administración ha buscado la confrontación y es parte de su discurso de tener un opositor nuevo todos los días. Andrés Manuel dice ser el salvador de aquellos que tienen menos, pero es eso pura retórica.

El gobierno de AMLO le ha cerrado las puertas del progreso a los mexicanos en algunos temas, entre ellos salud, tan solo en 2018 había 12 millones de mexicanos sin servicios de salud, hoy son 30 millones; en educación tenemos, después de la pandemia, un rezago educativo en el país de más de 5 años con respecto a países que forman parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; en materia de seguridad, según agencias internacionales y de Estados Unidos, dicen que el 35 por ciento del territorio mexicano está controlado por el crimen organizado; en movilidad terrestre, no hay mejoras en las carreteras federales, al contrario, han aumentado los accidentes por el deterioro de las vialidades.

A cuatro años de su fracasada administración, AMLO debió de haber entendido que si realmente quería ayudar a los pobres, tendría que haberlos dotado de todos los servicios y eso no se hizo, al contrario, México va para atrás, entonces lo que va a decir Andrés Manuel este domingo será nuevamente un discurso de teorías más que de hechos reales.

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