
Acapulco es disputado actualmente por varias bandas del crimen organizado como el Cártel Independiente de Acapulco, liderado por el triunvirato de Jose Alberto Quiróz Peréz, José Leopoldo Buendía Domínguez (alias «El Chilango») y por Javier Muñoz (alias «El Cholo»); Los Rusos, el cual es un brazo armado de José Gil Caro Quintero (alias «Pelo Chino») salido del Cártel de Sinaloa, siendo éste último el grupo narco que tomó posesión de Acapulco desde el 2010 y que ahora está en guerra con otras bandas por el control del comercio de estupefacientes.
Es increíble como dicho lugar de ensueño, se tiñó con la oscuridad del narcotráfico. El radiante sol, sus aguas cálidas y cristalinas, además de los Apart Hotel de cinco estrellas, los restaurantes con comida gourmet y a la luz de la luna, desaparecieron dejando en su lugar un remedo de aquella opulencia del siglo XX.
Aunque el declive de tal ciudad idílica se inició con el asesinato en el 2002 de Julio Carlos López Soto, subdirector de la Policía Ministerial de Guerrero, quien fue ejecutado cuando salía de un reconocido restaurant de la avenida costera Miguel Alemán.
Hoy bajo el gobierno de Morena, la ciudad es insegura, sucia, su infraestructura turística es obsoleta en su zona tradicional y las inversiones tanto nacionales como internacionales han dejado de llegar a este destino turístico desde que el partido de López Obrador gobierna al Puerto de Acapulco.