Por Pablo Cesar Carrillo.
El Cártel de Jalisco quiere balazos. Sus expresiones de violencia en Jalisco y Guanajuato dejan ver que están decididos a pelear. Los narco-bloqueos y la quema de Oxxos son un mensaje al gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Algo está ocurriendo en la estrategia contra el narco que tiene molestos a los capos de Jalisco. Y no están dispuestos a arreglar las diferencias con abrazos, como plantea el presidente Andrés Manuel.
El Cartel de Jalisco será el dolor de muelas (y de todo) para este gobierno de México.
Es evidente que el Cártel de Sinaloa y los hijos de El Chapo no van a dar problemas. Con la liberación de Ovidio Guzmán se entiende que van a convivir en santa paz y armonía.
El problema va a ser con Jalisco. De hecho el CJNG este 9 de agosto trató de hacer lo mismo que el Cártel de Sinaloa cuando fue capturado Ovidio.
Ante un operativo, el Cártel de Jalisco salió a quemar Oxxos y a armar narcobloqueos para dar una demostración de poder en el país. Parece ser el principio de un conflicto entre el Gobierno Federal y el Cártel de Jalisco. La organización de El Mencho pretende que los dejen trabajar libremente con sus condiciones. Ellos no están dispuestos a arreglarlo solo con abrazos. Ellos están listos para los balazos.