
Por Ezequiel Flores.
El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló que “ayudó” con ahorros del gobierno federal al mandatario saliente de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, para pagar la nómina y resolver el conflicto generado por la protesta de trabajadores del gobierno estatal –policías, administrativos, médicos y docentes– que desde hace un mes demandan bonos, viáticos y salarios devengados.
Por ello, exigió nuevamente a los mandatarios ahorro y austeridad, así como evitar el despilfarro de recursos públicos y puso como ejemplo negativo el gasto de 500 millones de pesos anuales en publicidad que realizó la administración astudillista.
“¿Cómo no va a haber déficit? Es mucho”, reprochó públicamente López Obrador en la conferencia mañanera.
No obstante, el mandatario evadió el tema del adeudo de más de 13 mil millones de pesos que deja el gobierno de Astudillo con el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), generado desde 1995 porque no fue enterado al organismo federal el monto de las cuotas, aportaciones y descuentos retenidos a los trabajadores del gobierno del estado de Guerrero y que ahora pretende convertir en deuda pública.
Ello, a pesar de que el desvío de recursos afecta directamente a los trabajadores del gobierno estatal porque no se pueden jubilar y tampoco tienen acceso a créditos para vivienda y servicios de salud.
El presidente López Obrador admitió que persiste la violencia en Guerrero y puso como ejemplo de preocupación para el gobierno federal el caso de Iguala, donde la delincuencia organizada controla hasta el precio de productos básicos de alimentación como la tortilla y la carne de res y cerdo.
Con información de Proceso