Por El Marqués de Puerto Marqués.
Finalmente se fue el aprendiz de alcalde y se fue por la puerta de atrás como se van los corruptos, los ladrones y las chachas.
Su último acto fue inventarse una ceremonia a la medianoche para entregar la presidencia municipal a su sucesora de Morena, Adela Román Ocampo.
Nunca tuve dudas de que Evodio Velázquez iba a ser un peligro para Acapulco desde que llegó al poder, en su momento lo escribí, lo denuncié y hoy sostengo lo dicho: Evodio merece ir a la carcel por el daño que ha ocasionado al puerto de Acapulco.
La puerta negra
Evodio se va pero deja una estela de corrupción que será difícil de borrar, Acapulco está en la ruina gracias a su administración y el ex alcalde está en la mira de las autoridades por malversación de fondos y otros ilícitos perpetrados, además de que deja deja una deuda impagable, un millonario pasivo con proveedores y un déficit por pagar en retenciones en IMSS y FOVISSSTE que se descontaron a los burócratas pero nunca se pagaron.
Se espera en los próximos días una cadena de denuncias penales contra el ex alcalde y un grupo de sus funcionarios por parte de la Fiscalía estatal, para que respondan por estos daños a las arcas municipales y se proceda contra ellos.
Robo indiscriminado
Cabe resaltar que cuando fue candidato Evodio se comprometió ante la opinión pública y medios de comunicación a no contratar más deuda. No cumplió y ahora deja la alcaldía técnicamente quebrada.
Negro futuro
Con todo lo anterior Evodio ha logrado amasar una gran fortuna en tan solo tres años, por eso no hay que olvidar que lo qué pasó en el municipio de Acapulco no sólo es de lamentar, es indignante; es cierto que en Guerrero hay mucha corrupción, asuntos graves que afectan a la ciudadanía en general, que ya no se sabe a dónde mirar o a cuál dedicarle mayor atención, porque la vida pública del estado está podrida, sin exagerar, pero Evodio tiene que pagar por el daño que provocó y se le tiene que llevar a la carcel junto a algunos miembros de su familia por haber convertido al municipio en un feudo, de cuya explotación se aprovecharon para su beneficio con singular alegría y con absoluta impunidad en la manipulación de los recursos públicos, recursos que debieron aplicarse para el bienestar social de la empobrecida población de Acapulco.
El negocio
Evodio y su familia tuvieron durante tres años un formidable negocio familiar en el Ayuntamiento: fueron proveedores de servicios y acomodó a sus familiares en diversos puestos de la administración. Nadie puede dudar que fueron una legión de rufianes cuya voracidad era insaciable, por eso se llevaron todo, pero cometieron muchos errores y dejaron muchos rastros para llevarlos a juicio, ya que fueron desaseados en su marrullerías.
El final
Este es apenas un prólogo de la historia de este alcalde que tuvo a su disposición y la de su familia los recursos del municipio y que ahora se ha ido por la puerta de atrás sin decir adiós.
La esperanza que nos queda es qué hay cientos de pruebas para proceder contra el ex alcalde y sus familiares, así que ahora ya solo nos queda esperar la respuesta de las autoridades federales, estatales y municipales para que actúen contra Evodio antes de que se de a la fuga.
La verdad sea dicha.
Twitter @TiempoGro