Por El Marqués de Puerto Marqués.

El gobernador Héctor Astudillo Flores sigue vendiendonos una nube de ilusiónes opticas y verbales, que rebotan en forma de eco en nuestros oídos día tras día.

Ante esta incontinencia de verborrea sin fondo, no es causalidad que el nivel de aprobación del gobernador sea de menos del 30 % en apenas dos años de su gestión 

Porque la realidad era que Guerrero necesitaba un revulsivo en el Gobierno Estatal, pero este nunca llegó con Astudillo

El único mérito importante hasta el momento de Astudillo ha sido medio estabilizar las instituciones y medio gobernar en algunas partes del estado.

Sin embargo la ingobernabilidad es latente en gran parte del estado y la inseguridad ha alcanzado sus niveles históricos más altos en la presente administración.

Sin argumentos o acciones claras que sostengan sus palabras, Astudillo deambula por el estado tratando de vendernos un gobierno utópico porque carece de lo elemental: Honestidad.

Si algo está marcando a esta administración es la opacidad con la qué sé maneja en materia económica, un ejemplo de esto es la reciente campaña «Orgullo Guerrero» que el día de ayer se dio a conocer en la CDMX y de la que no se conoce cuanto costo realmente.

Por eso las palabras de Hector Astudillo suenan huecas e incompletas, como sucedió hace dos días durante la presentación del nuevo sistema anticorrupcion en donde destacó que el combate a la corrupción en el estado ha avanzado “Nadie puede decir que Guerrero está igual que hace dos años» señalo.

Es cierto, Guerrero no está peor que hace dos años, pero tampoco está bien, prueba de ello es que el nuevo sistema anticorrupcion es otro mecanismo demagogo y de simulación de su gobierno, porque si Astudillo estuviera preocupado por eliminar la corrupción y sancionar de verdad a funcionarios públicos a nivel estatal y municipal por responsabilidades administrativas graves, ya hubiera metido a la cárcel al ex gobernador Ángel Aguirre. Pero no, Astudillo hizo borrón y cuenta nueva en su gobierno e indulto al ex gobernador y a su pandilla con lo que se convirtió en cómplice y termino por acabar con la poca credibilidad que tenía entre los guerrerenses.

Pero lo más peligroso de este nuevo sistema anticorrupcion, es que sus integrantes serán designados por el gobernador y ratificados por las dos terceras partes del Congreso local (de mayoría priísta) con lo cual este organismo será controlado y manipulado en su totalidad por Astudillo, perdiendo con esto toda su credibilidad ante la sociedad.

Por eso las nuevas leyes del sistema anticorrupcion de Guerrero, serán simplemente otra prueba más de la simulación con la que actúa esta administración.

No es difícil sacar conclusiones porque las pruebas estan a la vista de todos, otra cosa es que una prensa «maizeada» no las quiera ver, pero la ciudadanía no es tonta y por eso el gobernador esta reprobado por más del 70% de los guerrerenses que ya descubrieron el truco de la preserente administración priísta, que en pocas palabras se podría resumir como un gobierno de palabras huecas y no de acciones.

¡Abur!

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