Los chicos quieren diversión.

El gobernador Héctor Astudillo Flores anunció en una rueda de prensa que tiene programadas algunas medidas de austeridad en su gobierno, aunque fiel a su costumbre de opacidad en su administración no las especificó.

Estas medidas surgen a raiz de las prostestas de los gasolinazos, pero pierden credibilidad si analizamos que en la miscelánea fiscal de este año aprobada por el Congreso local con el apoyo de su bancada se privilegió el gasto corriente burocrático del Ejecutivo, así como exentar de manera ilegal del pago de impuestos a médicos, arrendadores y socios de la empresa de transporte de Acapulco denominada Acabus. 

Además del pago de 47 millones de pesos para la fundación Teletón por concepto de donativo y sufragar el millonario adeudo que enfrentan los exgobernadores Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega Martínez con la Secretaria de Hacienda, mediante el recorte de partidas federales.

La postura de Astudillo se siente populista y temerosa después de cinco días de bloqueos carreteros, cierre de gasolineras, toma de casetas de peaje, suspensión de transporte público y saqueos en tiendas de conveniencia como el caso ocurrido ayer en el poblado de San Luis San Pedro, municipio de Tecpan de Galeana en la región de la Costa Grande.

Para este viernes, se anunció una marcha en el puerto de Acapulco, convocada por los líderes locales del PRD, PT y MC.

Inseguridad 

Héctor Astudillo, tampoco quiso ahondar sobre el tema de la violencia, y sólo acotó que la seguridad debe mejorar.

«Hoy no voy a abonar (sic) a todas las cosas que lamentablemente nos han hecho daño en los últimos días», dijo en rueda de prensa en un restaurante ubicado en la playa de Caleta. «La seguridad debe mejorar y punto», apuntó.

Ello, tras ser cuestionado sobre la violencia que ha azotado al estado, pese al despliegue de fuerzas federales y estatales para resguardar las zonas turísticas del puerto, en esta temporada vacacional.

Con información de Proceso.