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Por Luis Eduardo Arellano.

A través de la historia del pugilismo, han aparecido boxeadores que cuentan con la fortuna de tener un poder fuera de lo común en sus puños, “descomunal”….. este es el caso de tal vez el más grande noqueador que ha dado el boxeo mexicano, Ricardo “El Pajarito” Moreno,  quien en su carrera acumuló 60 Victorias, de las cuales 59 fueron por nocaut y más impresionante aún, la mayoría las culminó antes del 4to asalto. 

Ricardo Moreno, contaba con un gran poder en ambas manos, tenía tal potencia que con un solo golpe noqueaba a sus rivales, fué campeón nacional pluma, nunca logró el título mundial.

Su estilo era tan espectacular que los aficionados abarrotaban las arenas, estadios, plazas, donde se presentaba el popular “Pajarito”, el público lo adoraba, tanto así, que fué el encargado de estelarizar la inauguración de la Arena México en 1956. Todos sus combates ante un lleno total, con la emoción que les producía el saber que en cualquier momento “El Pajarito” fulminaría a su rival, era un peso pluma con poder de un welter.

«El Barretero” de Chalchihuites como también era conocido, fué un gran ídolo por aquellos años, sus bolsas llegaron a ser por 30, 40 mil dólares, llegando a acumular ganancias por alrededor de 8 millones de pesos, que en esa época era una grandísima fortuna.

Ricardo fué un campesino zacatecano, que incluso trabajó en las minas de su pueblo, siendo ahí, donde decía él, que sus brazos y puños se habían fortalecido, dueño de un físico impresionante, era rápido de manos y contaba con regular técnica, la cual suplió con su arrebatado estilo de noqueador imponente y poderoso.

Desgraciadamente su ignorancia lo llevó a despilfarrar los millones que obtuvo, tanta era esta, que se compró un cadillac con tapones de oro, para estar según él, estar a la par de los artistas de aquella época, a quienes admiraba en demasía. En su coche de lujo, se paseaba por toda la ciudad de México, enfiestado acompañado de bellas mujeres y su amigo, el otro ídolo nacional, José “Toluco” López. “El Pajarito” vestía trajes finos uno para cada día de la semana, zapatos europeos; su amigo Germán Valdez “Tin Tan”, era quien le aconsejaba cómo vestirse.

También tenía un restaurante y un pequeño yate en Acapulco, compraba casas y negocios por cientos de miles de pesos, los cuales por supuesto luego malbarataba.

Cegado por el éxito y la fama, destrozó su vida y dilapidó su fortuna. Llegó a encender cigarrillos con billetes de 100 pesos. “El Pajarito” debido a su ignorancia, al despilfarro y a sus vicios, perdió todo su dinero, sus propiedades y su familia, terminó en un hospital psiquiátrico por el exceso de drogas y alcohol, que dicho sea de paso, terminaron también con parte de sus neuronas.

Su vida llegó a su fin a los 71 años y tristemente en la más absoluta miseria y deterioro físico. Pasó sus últimos días en un gimnasio de Durango donde le daban por humanidad comida y un lugarcito para que durmiera. Ahí terminó aquel gran ídolo que para muchos aficionados y analistas mexicanos ha sido el más grande noqueador que ha dado este país. Su fama lo llevó a filmar películas y hacerse amigo de artistas como: Capulina, Joaquín Cordero, Ana Bertha Lepe, Mona Bell, Christian Martell, Kitty de Hoyos y otros más de aquella época, a algunos de los cuales llegó a prestarles miles de pesos.

Esos falsos amigos que después ni el saludo le daban, mucho menos le pagaron lo que le debían ó le tendieron la mano…

QEPD Ricardo “El Pajarito” Moreno”. Auténtico ídolo del deporte mexicano….

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Publicado en www.dossierpolitico.com